La lucha por la inclusión: Promoviendo la no discriminación
En Colombia, las comunidades étnicas y campesinas han sido gravemente afectadas por el conflicto armado, lo que ha generado una situación de vulnerabilidad para estas comunidades, quienes han sido estigmatizadas como responsables de los problemas que afectan al país. Pero la comunidad del departamento del Cauca nos muestra un lado diferente, un lugar lleno de vida, tranquilidad, paz y prosperidad.
El departamento del Cauca es un lugar que para muchos es vida. Un territorio de paz donde podemos compartir y convivir en medio de nuestras diferencias. Es una región muy hermosa para disfrutar de la naturaleza, aprender del buen vivir y respirar aire puro. Vivir en el Cauca es amanecer con el olor a café, el olor a campo, y disfrutar del 100% de calidad de los frutos que los campesinos sembramos y cultivamos. - Comunidad Campesina
La comunidad del Cauca es emprendedora, echada para adelante, con ganas de trabajar y hacer un mejor Cauca cada día. Un ejemplo de esto son las mujeres campesinas que trabajan en un lugar espectacular en medio de la naturaleza y que representan a un grupo de casi 20 integrantes. Estas mujeres luchan y trabajan duro para sacar adelante sus familias y sus negocios, demostrando que en el Cauca hay muchas oportunidades y bellezas por descubrir.
Sin embargo, a menudo la comunidad del Cauca es discriminada y vista como un territorio de guerra. Por eso es importante cambiar esa percepción y mostrar la belleza y la prosperidad de esta región. Debemos trabajar por la inclusión y el respeto hacia la diversidad cultural y étnica del país, y combatir el racismo y la exclusión a través de leyes que protejan los derechos humanos, educación y sensibilización sobre la importancia de la diversidad cultural y étnica, y brindando oportunidades de desarrollo y acceso a servicios básicos para reducir las desigualdades sociales y económicas.
Debemos reconocer la importancia de estas comunidades y promover su inclusión en los procesos de toma de decisiones y en la definición de políticas públicas, lo que permitirá que estas comunidades sean parte activa de la construcción de un país más justo e inclusivo para todos.
Para promover la no discriminación hacia estas comunidades y reconocer su importancia para el desarrollo del país, es necesario promover una educación intercultural que reconozca la diversidad étnica y cultural de Colombia y promueva el respeto y la tolerancia hacia estas comunidades. Tal es el caso de la Escuela de Comunicación Vía3Tv, un proceso social que trabaja desde la lucha contra la discriminación porque brinda a sus participantes las herramientas necesarias para comunicar de manera efectiva y respetuosa con comunidades étnicas y campesinas, así como con otros grupos en condición de vulnerabilidad.
Además, la Escuela de Comunicación Vía3Tv ofrece programas que fomentan la inclusión y la diversidad desde la comunicación transformadora para el desarrollo, permitiendo a los participantes ser agentes de cambio en sus lugares de trabajo y en la sociedad en general, y promover la no discriminación en todas las esferas de la vida.
Es importante promover la inclusión de las comunidades étnicas y campesinas en los procesos de toma de decisiones y en la definición de políticas públicas, lo que permitirá que estas comunidades sean parte activa de la construcción de un país más justo, inclusivo y equitativo para todos.
La historia de esta comunidad es uno de los millones de ejemplos en la necesidad de promover la no discriminación hacia las comunidades étnicas y campesinas en Colombia. Debemos trabajar por la inclusión y el respeto hacia la diversidad cultural y étnica del país, y combatir el racismo y la exclusión a través de leyes que protejan los derechos humanos, educación y sensibilización sobre la importancia de la diversidad cultural y étnica, y brindando oportunidades de desarrollo y acceso a servicios básicos para reducir las desigualdades sociales y económicas. Solo así podemos construir una sociedad más justa y equitativa para todos los colombianos.
Por Viviana Vásquez Duque